
El verdadero artista esta dentro del anonimato porque
quienes se sintieron artistas en el pasado han inyectado a sus hijos biológicos
la repetición de sus debilidades. Ahora el mundo de los no creativos tiene
hijos pero llegan a los escenarios como si fueran grandes inventores y talentosos
artistas. Simplemente hacen el ridículo al lado de micrófonos y medios
electrónicos, que fueron creados por hombres que creyeron que los mismos iban a
caer en manos y voces excelsas. El arte llora su uso y abuso.
Los medios de comunicación y las ilusas instituciones
que engendran muerte dentro del arte, hacen creer que piernas, rostros y cuerpo,
es la cúpula para encontrar el mismo. Aun la belleza no ha logrado ser vista por
la humanidad que acude a gimnasios para cuidar cuerpos desajustados a espalda
de brillo y luz. Ni siquiera las líneas reconstruidas o reencauchadas de la
piel, logran sembrar el camino del arte. Podríamos afirmar que aunque no se
requiere hermosura en las curvas humanas si se necesita talento propio para
poder entender la belleza del arte y sus manifestaciones. El artista trae musas
y venas, que se sienten desde el mismo momento de la explosión cósmica al ser
engendrado y/o concebido por dos seres que se aman pero fuera de una taberna o
parque.
Los hombres de los últimos tiempos prostituyeron el
arte. Quienes dicen ser protagonistas no son otra cosa que delincuentes que no
tuvieron la oportunidad de robar en otros teatros y lo hacen a través de
pantomimas construidas como arte. Los programas de radio y televisión dirigidos
por facinerosos hipócritas, han logrado extender la mediocridad dentro del
canto, música, pintura, cine, fotografía, teatro, poesía, oratoria, narrativa,
escultura, danza, baile, carnaval, desfile, vestido, composición, orquesta, y cada
expresión y/o manifestación del arte verdadero como movimiento creación del
talento humano. El arte mismo se burla de sus “protagonistas” y se ha retirado
para no lesionar el carnaval de los irracionales.
Algunos “cantantes” son expertos en mover las caderas.
Otros se colocan silicona en sus glúteos o senos, para aparentar que tienen la
mejor cola del planeta y que despiertan los apetitos bajos del instinto animal.
La voz como sonido sonoro o no sonoro, no requiere mover las caderas y menos
aparentar músculos africanos y femeninos para lucir en un escenario como
artista verdadero. Las composiciones están tan pobres en sus letras, que las
náuseas son lideradas por las mismas que en silencio no quieren salir al aire
de los desocupados. El humo que de cierta manera es una forma nefasta que se da
al quemar o destruir un objeto material, también se ha mezclado dentro de la
farsa que enloquece a los mas pequeños para hacerlos sentir grandes.
La pintura esta huérfana de padres creativos. Cualquiera
es pintor plástico como si fuera parte de la vida cotidiana. Es cierto que
“dentro de cada ser humano hay un artista” pero “zapatero a su zapato, ratones
para gatos, y cucarachas para ciertas gallinas”. El género musical es una forma
que se ha confundido con el folclor de los pueblos. Algunas comunidades han
hecho creer que eso que cantan es de ellos y que es propiedad intelectual de
sus regiones. Mover el cuerpo, bailar, danzar y recitar la propia vida, no es
propiedad de nadie en particular sino que hace parte de la realidad tangible e
intangible que vive dentro del ser humano. El hombre está dotado de talento y
cada expresión al igual que se da en una región en particular también en otro
plano vibra la misma materia con sonido y belleza.
Los carnavales también están equivocados al querer
atrapar la publicidad y propaganda para ellos. Desnudar el cuerpo o mover el
mismo con formas provocativas para despertar la libido, no es otra cosa que
ganas de compañía para adornar la soledad de los protagonistas que claman por
amante más no por participar de un movimiento. La publicidad también está
robando la escena de la creatividad, los altos cobros de las tarifas
económicas, ha logrado plasmar otras injusticias. Ponerse una máscara o
aparecer con ella, para afirmar que es un “personaje” sin igual, es otra de las
trampas de quienes desperdician a veces su propio talento cuando lo poseen. Es
verdad: El talento no está en todas las cabezas humanas y aunque podemos mover
bien las caderas bailando un ritmo fiestero no quiere decir que allí está la
creatividad.
Pero la peor parte del relajo e indisciplina la están
dando las mujeres que han escogido los farsantes para presentar noticias o
programas “recreativos” de radio y televisión. Algunas de esas mujeres solo son
parecidas a “damiselas de mala muerte” que usan sus escotes y muestreo de
piernas, para hacer creer que ellas también piensan o que están sobradas de
talento. El arte al igual que el pensamiento, están dentro de cada ser humano.
Algunas neuronas y células vibratorias, están dormidas dentro del ser porque
las llevan al lugar equivocado de los escenarios. El vestido de una dama está
lejos de relacionarse con el talento. El recato de las y los verdaderos
protagonistas y descubridores del arte y talento, hace la diferencia. Quien
tiene capacidad aun en la caverna oscura y mal oliente de la vida, “alumbra con
luz propia”. No necesita de tanta alharaca. “Al pan, pan y al vino, vino”.
Hasta los loros tiene su propio color y vestido pero sabemos que no todos
aprenden a repetir las palabras. Las guacamayas lucen bellas con sus hermosas
plumas pero jamás alcanzan la altura de las águilas ni vuelan a lugares fuera
de la jungla. La maldad de los humanos ha hecho que las pobres guacamayas estén
en otros estados aun entre los mundanos.
La ropa y el arte de vestir, también están manipulados
por un grupo de diseñadores que se creen los creadores de la moda e innovación
del buen vestir. Una mujer no puede diseñar ropa masculina así tenga
preferencia por las del mismo sexo. Un varón puede imaginarse cómo puede vestir
a los varones de su mismo género pero tratar de vestir a la moda a las mujeres
es otro engaño en la creatividad. La preferencia sexual está separada del arte.
Si la naturaleza del creativo es masculina, tendrá que aceptar su realidad sin
acudir a su propio engaño. La creatividad femenina será siempre entre las
mismas faldas. Suena algo risible pero hay equivocación. Se está llamando
diseñador o diseñadora a humanos que no usan ni siquiera su propia imaginación
para crear. El arte de vestir se ha monopolizado por “agujas falsas de oro” y
al pasarla por el filtro no competitivo ni siquiera llegan a barro.
Quien realmente tiene talento para el arte y se
considera a sí mismo un artista, debe romper con las ataduras de los monopolios
y lanzar vuelo dorado desde su propio interior y fuerza. Si usted hace lo mismo
con lo mismo de otros equivocados, jamás verá la luz de su propia conciencia. Para
salir de la cotidianidad se deben cambiar las falsas normas y merece
entusiasmo, independencia y creatividad.
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